En la carcel por bostezar
Clifton Williams no tuvo un buen día cuando asistió a la corte donde su primo, Jason Mayfield, era juzgado por delitos relacionados con drogas.
En el momento en que el acusado estaba siendo sentenciado, Clifton se estiró y bostezó sonoramente. Eso pareció no gustarle mucho al juez, Daniel Rozak, quien ordenó que se le detuviera por provocar disturbios durante el proceso y lo sentenció en el acto a 6 meses de prisión, de los cuales deberá cumplir por lo menos 21 días encerrado en una penitenciaría.
6 meses es la pena máxima que un juez puede aplicar sin necesidad de un juicio con jurado, y el magistrado ejerció tal derecho, aunque existe desacuerdo entre los testigos sobre lo sonoro de su bostezo y muchos piensan que el juez simplemente se excedió en sus atribuciones.
Increíble, pero cierto.